El problema cuando uno lee y escucha maravillas por doquier sobre una película es que, en el momento de verla, puede verse decepcionado. Esto es lo que me ha pasado con “En tierra hostil”, considerada por muchos como la mejor película de 2009.
Lo siento, pero debo discrepar. La película es buena, es muy buena, pero le falta algo. Podría decir que, a nivel técnico, es perfecta sino fuera por el uso y abuso de eso, que se ha puesto tan de moda desde hace unos años, de rodarlo todo cámara al hombro porque (se supone) resulta más realista. Para mí, al menos, resulta molesto y todo lo contrario a realista y provoca que no podamos apreciar en su justa medida determinados planos, gestos de los actores o detalles de los decorados y escenarios.
Por otro lado, el guión es interesante, pero la historia acaba por perder parte de su interés pues, llegado cierto momento, el film se aproxima más a un documental que a una película al uso y no queda claro hacia dónde va la línea argumental.
En fin, tal vez sea apreciación mía, pero la película no es para tanto y, si ésta es (como dicen) la gran rival para pelearle el Oscar a Mejor Película a “Avatar”, cada vez tengo más claro quién se llevará la estatuilla.
Un dato curioso que podreis comprobar en IMDB es que la película es ya del año 2008, cuando se estrenó en varios festivales y en Italia.
Lo mejor: Es pura tensión desde el primer momento.
Lo peor: Una vez más, la dichosa moda de la cámara en mano o al hombro.
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