Ahora que se acaba de estrenar en USA la cuarta temporada de The Flash, y mientras esperamos a su estreno en España, me parece un buen momento para darle un repaso a la tercera temporada de la serie, una temporada que ha supuesto un pequeño punto de inflexión en el estilo del show.
The Flash se convirtió ya desde su primera temporada en la serie estrella del universo DC en televisión, superando a la primera y veterana Arrow. La serie contaba con un estilo más desenfadado y luminoso y con un protagonista que, a pesar de contar con sus propios problemas, no resultaba tan oscuro y atormentado como Flecha Verde.
Sin embargo en esta temporada las tornas han girado y tras el impactante final de la segunda temporada, la tercera temporada de Flash resulta mucho más oscura y dramática que sus predecesoras, lo que le ha hecho perder, por momentos, parte de su mayor encanto. Además, ya empieza a caer en la tendencia de Arrow de incorporar a un montón de superhéroes como acompañantes del protagonista que hacen que Flash pierda cierta cuota de protagonismo. El crecimiento de personajes como Kid Flash o Killer Frost y la irrupción de Jessy Quick, copa buena parte de las tramas. Vale que son parte importante de los cómics, pero corren el riesgo de saturar, sobre todo cuando la mayoría, al igual que los villanos más importantes, son velocistas.
También ha evolucionado y cobrado bastante protagonismo el personaje de Iris, y menos mal, porque en las temporadas anteriores era un personaje bastante plano.
También ha evolucionado y cobrado bastante protagonismo el personaje de Iris, y menos mal, porque en las temporadas anteriores era un personaje bastante plano.
Los profundos cambios que los personajes de la serie sufren por culpa de la manipulación del pasado por parte de Barry, harán que la serie resulte un poco menos alegre de lo que estabamos acostumbrados, contando con un ambiente general mucho más dramático. Además, los continuos saltos temporales, la creación de realidades paralelas y los movimientos entre los diferentes mundos que conforman el multiverso, han hecho que la trama sea un poco más confusa de lo habitual.
Aún así, sigue siendo una serie magnífica y la más importante actualmente de conocido como Arrowverso.
Los grandes momentos de la temporada han sido, sin lugar a dudas, los crossovers con las otras series de DC, especialmente el que unía las cuatro series (Arrow, Supergirl, The Flash y Legends of tomorrow) aunque el crossover con Supergirl, que además era un capítulo musical, tampoco ha estado nada mal. Ya se han confirmado más crossovers para la cuarta temporada así que los fans estamos de suerte.
El final de temporada también nos trajo cambios importantes, por lo que está por ver qué nuevas sorpresas nos deparará la serie, lo cual es una buena señal pues es indicio de que no se estanca y de que sigue evolucionando.
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