Está claro que, a esta hora, ya habréis visto, leído y oído casi todo sobre la gala de ayer de los premios más famosos del cine. Seguramente estaréis ya saturados del tema, pero no puedo resistirme a dejar aquí mis opiniones sobre esta 89ª edición de los Oscar, que sin duda pasará a la historia como una de las más desastrosas, polémicas y, desde mi humilde punto de vista, injustas de todos los tiempos. Aunque eso sí, con un presentador, Jimmy Kimmel, de los mejores que hemos podido ver últimamente.
Y sí, todo el mundo está hablando de lo que pasó ayer en la gala, pero no olvidemos que la cosa viene de mucho más atrás, no olvidemos que el mismo día de las nominaciones, la web oficial de la Academia incluyó durante un buen rato, por error, a Amy Adams entre las nominadas a mejor actriz, ahondando así en la herida de la primera gran injusticia de esta edición. Es difícil comprender y aceptar cómo es posible que una interpretación que ha sido alabada por todo el mundo, sin excepción, desde el primer instante, de repente no esté ni nominada.
Pero bueno, no hay nada nuevo bajo el sol. Los que llevamos en esto ya unos añitos sabemos cómo funciona este mundillo. Y aunque nos haga gracia toda la parafernalia de los premios, el ritual de ver las películas y hacer nuestras quinielas antes de la gala (y posteriormente criticar o alabar a los vencedores según nuestros propios criterios) a pesar de todo esto, tenemos claro que en este tipo de premios hace ya tiempo que la calidad de los artistas y de sus obras no son lo más importante y no siempre ganan los que realmente lo merecen. Las votaciones están condicionadas por factores externos y por la exigencia de ser políticamente correcto para que no te tachen de racista, homófobo, antisemita, misógino o cualquier otra barbaridad que se le pueda ocurrir a alguien.
Por eso, sigo en mis trece de que la edición de este año ha estado tremendamente condicionada por dos factoers externos como el compensar el dichoso #OscarsSoWhite del año pasado y, de paso, darle en las narices a Trump.
Aún con todo, la gala estuvo mucho menos politizada de lo que era de esperar y, aunque es cierto que se soltaron pullas y mensajes hacia cierto sector político, todo fue hecho con bastante estilo y de forma comedida, lo que es de agradecer.
Para espanto de muchos que parecen no entender de qué va esto del cine, Escuadrón Suicida se llevó el Oscar a Mejor Maquillaje y Peluquería. ¿Es tan difícil comprender que una película puede ser desastrosa en su conjunto global y contar con parcelas brillantes? Será que es más fácil criticar y poner a parir a todo el mundo sin pararse a reflexionar un ratito.
La empanada monumental de la que hablaba al principio, tuvo otro momento álgido (antes del apoteósico final que nos esperaba) durante el vídeo del In Memorian, donde, rizando el rizo del descuido y mal gusto, el encargado de realizar el vídeo, coló la foto de una mujer que todavía vive para ilustrar el nombre de su amiga y compañera fallecida, la diseñadora de vestuario Janet Patterson.
La encargada de presentar el vídeo fue Jeniffer Aniston, que se emocionó al recordar a Bill Paxton, que acababa de fallecer y, obviamente, no había sido incluido en el vídeo.
Y entre alegrías, decepciones y alguna que otra indignación, la gala se precipitó hacia ese espectacular final que ya todos conocéis; Faye Dunaway y Warren Beatty salieron al escenario para entregar el Oscar a Mejor Pelicula. Él abrio el sobre, dudó, la miró a ella como preguntando, y ella sin pensarlo demasiado proclamó "¡La La Land!" Aplausos, alegrías, pocas caras de sorpresa porque era lo esperado y, cuando ya llevaban un ratito agradeciendo el premio... el caos sobre el escenario.
Un señor con pinganillo aparece por allí con otro sobre y uno de los "premiados" productores de La La Land interrumpe todo para decir: "¡Ha habido un error! Moonlight, este Oscar es para vosotros. ¡No es broma!" Y el mundo se detuvo durante un instante y nadie sabía qué había pasado.
Faye y Warren no se equivocaron. Al menos no más allá de pararse a leer bien y ver que la tarjeta era la de Mejor Actriz y no la de Mejor Película. Disculpémoslos. Son mayores y seguro que ni ven bien, vieron que en algún sitio decía La La Land y se dieron por satisfechos. La culpa es de quién les pasó el sobre de forma equivocada.
A partir de aquí, indignación y cachondeo. Caras de incredulidad y a seguir.
Y Moonlight con un Oscar a Mejor Película sin comerlo ni beberlo. Posiblemente la peor película que ha ganado el Oscar en muchos años.
Pero así es el juego. La La Land se fue a casa con 6 de 14, La Llegada con 1 de 8, Hasta el último hombre con 2 de 6 y Moonlight con 3 de 8.
Al menos no se puede negar que han estado repartidos.
Listado completo de los ganadores
Mejor película
Moonlight
Mejor director
Damien Chazelle - La ciudad de las estrellas (La La Land)
Mejor actor principal
Casey Affleck, Manchester frente al mar
Mejor actriz principal
Emma Stone, La ciudad de las estrellas (La La Land)
Mejor actor de reparto
Marhersala Ali, Moonlight
Mejor actriz de reparto
Viola Davis por Fences
Mejor película animada
Zootrópolis
Mejor guión original
Manchester frente al mar
Mejor guión adaptado
Moonlight
Mejor película de habla no inglesa
El viajero
Mejor fotografía
La ciudad de las estrellas (La La Land)
Mejor diseño de producción
La ciudad de las estrellas (La La Land)
Mejor vestuario
Animales fantásticos y dónde encontrarlos
Mejor montaje
Hasta el último hombre
Mejor efectos visuales
El libro de la selva
Mejor maquillaje y peluquería
Escuadrón suicida
Mejor edición de sonido
La llegada
Mejor mezcla de sonido
Hasta el último hombre
Mejor banda sonora
La ciudad de las estrellas (La La Land)
Mejor canción
City of Stars (La ciudad de las estrellas (La La Land)
Mejor documental
OJ: Made in America
Mejor cortometraje de ficción
Sing (Mindenki)
Mejor corto documental
The White Helmets
Mejor cortometraje animado