Y por fín llegamos a la última entrega de la saga de Pesadilla en Elm Street.
Para ser sincero, guardaba mejor recuerdo del primer visionado de esta entrega en el cine. A decir verdad, las sensaciones que me han producido ahora su revisionado no han sido tan positivas.
De entrada el tema resulta de lo más interesante, añadiendo al elemento ya clásico del terror, ese subgénero tan particular de "cine dentro del cine" en el que actores, directores y guionistas se interpretan a sí mismos creando una especie de universo paralelo en el que la realidad y la ficción quedan separadas por un finísima línea que, muchas veces, no sabemos dónde se encuentra.
La historia nos cuenta que Wes Craven, el director de la primera película de Pesadilla en Elm Street, y de esta que hoy nos ocupa, ha empezado a tener pesadillas y decide aprovecharlas como inspiración y retomar el personaje de Freddy Krueger una vez más para cerrar definitivamente la saga de películas. Para ello pretende contar con Heather Langenkamp, la actriz protagonista de la primera y tercera partes. Ya sabemos de sobra que al tratarse de cine de ficción y, concretamente de Freddy Krueger, es bantante fácil y plausible resucitarlo, pero recordemos que Nancy había muerto en aquella tercera parte y Craven no desvela en ningún momento cómo pretende recuperar el personaje de Nancy.
Pero Heather está viviendo sus propias pesadillas. Está siendo acosada por un fan y su hijo muestra un raro comportamiento, por lo que no está por la labor de retomar su papel en la película.
La Nueva Pesadilla de Wes Craven es un film que podría haber dado mucho de sí por su interesante planteamiento, abandona el humor de las últimas entregas de la saga y vuelve a mostrar a Freddy como un terrorífico asesino, aún más que en las primeras películas. De hecho, en esta ocasión el maquillaje de Freddy es muy diferente al del resto de la saga, resultando mucho más inquietante, así como las cuchillas de su mano.
Lástima que, a medida que va avanzando, se convierte en una historia como las demás, con la única diferencia de que, en este caso, pretenden hacernos creer que son los propios actores los que están sufriendo los ataques de Freddy. Incluso podemos decir que en esta ocasión no se esforzaron demasiado buscando formas de morir originales. Las muertes que vemos son casi calcos de otras de las películas anteriores.
Lo mejor: El planteamiento inicial del "cine dentro del cine". El nuevo maquillaje de Freddy, mucho más terrorífico. Vuelve a los orígenes intentando centrarse en el terror y abandonando la faceta cómica del personaje.
Lo peor: El guión se enreda demasiado hasta que llega a un punto en el que las situaciones no están muy bien hiladas y pierde fuelle.
Nota: 5/10
La frase: "...nueve, diez, si dormís moriréis"
Dato curioso para "frikis": OJO, SPOILER:
En el funeral del marido de Heather Langenkamp, podemos ver a otros actores como Robert Englund, John Saxon o el propio director Wes Craven, que compartieron rodajes de películas de la saga con Heather. Lo curioso es que entre ellos podemos ver a la actriz y cantante Tuesday Knight, que interpretaba a Kristen en la cuarta película, pero que nunca coincidió con Heather en ninguna película.
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0111686/
Críticas de las películas de la saga:
- Pesadilla en Elm Street
- Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy
- Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño
- Pesadilla en Elm Street 4: El señor de los sueños
- Pesadilla en Elm Street 5: El niño de los sueños
- Pesadilla Final, La muerte de Freddy
- La nueva Pesadilla de Wes Craven
- Pesadilla en Elm Street: El Origen
Excelente crítica, que comparto plenamente.
ResponderEliminarYo la he visto muy recientemente y, en efecto, el planteamiento me parece brillante por su punto innovador: "cine dentro del cine", muy bien calificado.
Tal vez dentro de un tiempo me ocurra lo mismo y tenga, como tú, una impresión menos satisfactoria que ahora.
Por poner una pega, este Freddy me parece demasiado artificioso, a veces hasta se aleja un poco del original de las primeras entregas. También se echa de menos, ciertamente, el humor de algunas de ellas.
Un cordial saludo