Mucho ruido y pocas nueces. Sería la mejor forma de definir a este nuevo “horrormentary”, que nos han querido vender como el summun del terror y resulta ser mil veces más aburrido que inquietante y mucho menos terrorífico.
La película es un falso documental (tipo El Proyecto de la Bruja de Blair o Rec) que rodó un joven israelí hace un par de años con 15.000 dólares y que tras arrasar en algunos festivales independientes llamó la atención de Spielberg, que compró los derechos para rodar una nueva versión. Aunque, aparentemente, al señor Steve la película le dio tanto miedo y quedó tan impresionado que decidió que estaba bien como estaba y apadrinó su lanzamiento a gran escala en vez de rodarla de nuevo a lo grande.
Tras haberla visto solo puedo pensar dos cosas: o Steven Spielberg es muy delicado y se impresiona fácilmente o toda esta historia que os acabo de contar es, una vez más, un cuento chino de marketing para arrastrar al público en masa a las salas de cine atraídos por la curiosidad. Si a eso le sumamos el tráiler difundido que entremezcla imágenes de la película con las imágenes de las aterrorizadas reacciones del público en las salas viéndola, tenemos una campaña de marketing efectiva pero de dudosa veracidad.
En cuanto al argumento del film, es fácil de explicar. Una pareja está sufriendo varios episodios de fenómenos extraños en su casa y decide armarse con una cámara de video y documentarlo todo. Y cuando digo todo, es TODO.
Y ese es el gran problema de la película. Se hace larga y aburrida. Demasiado metraje sin que pase nada y las escenas, supuestamente aterrorizadoras, duran unos pocos segundos e inquietan más bien poco. De hecho, me resulta más inquietante plantearme la pregunta-reclamo que utilizan en el cartel de la película que la película en si misma: “¿Qué pasa mientras duermes?”
En resumen, la película puede inquietar a los más sensibles con respecto a estos temas, pero el resto que mejor elija otras opciones para invertir su tiempo y dinero.
Lo mejor: Por salvar algo de la quema, decir que la actriz me ha gustado bastante teniendo en cuenta que no es profesional. Los últimos 15 minutos.
Lo peor: Se hace larga y aburrida. El protagonista masculino llega a cansar con su actitud.
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