El salto de la primera a la segunda temporada de Supergirl supuso un cambio importante para la serie y, sin duda, fue para mejor. Nueva cadena, nuevos responsables, cambios en el reparto... un cúmulo de circunstancias que hizo que la serie creciera con respecto a su primera temporada, algo que tampoco era muy difícil por otra parte.
Una vez asentada en su nueva casa, esta tercera temporada sobre las aventuras de la última hija de Kripton debería haber servido para que la serie siguiera creciendo y cogiendo fuerza y solera para asentarse como una serie de superhéroes a tener en cuenta, como sus hermanas mayores Arrow y The Flash.
Sin embargo, la serie ha demostrado un peligroso estancamiento, especialmente en sus cualidades más negativas, que ha hecho que esta temporada, aunque entretenida (casi siempre), no haya mejorado prácticamente nada con respecto a la temporada anterior.
Como puntos interesantes, la tercera temporada de Supergirl nos ha dejado la inclusión de nuevos personajes, siendo el de Brainiac y Reign los más interesantes, además de dar arcos argumentales de más peso a personajes ya conocidos, como Lena Luthor, el regreso de personajes que creíamos que no volveríamos a ver y mucho material nuevo sobre Kripton y sus habitantes, su destrucción y los inevitables supervivientes.
Al Debe de la serie se me van demasiadas cosas esta temporada: las subtramas dramáticas y románticas ocupan demasiado espacio y son monótonas y repetitivas además de predecibles y oscurecen demasiado las partes más épicas y de aventuras. Supergirl sigue siendo retratada como una heroína inexperta y débil que es incapaz de resolver problemas por su cuenta, algo a lo que contribuye el exceso de otros héroes en la serie.
Los actores encargados de interpretar a los villanos sobreactúan sin motivo, el triángulo amoroso en el que se ve envuelto la protagonista se hace pesado, al igual que la trama de su hermanastras Alex Danvers y su obsesión con la maternidad. La trama del padre de John Jonz también acaba por resultar forzada e intrascendente más allá de intentar generar algunos momentos lacrimógenos.
Y ya no me hagáis hablar de eso de que Supergirl tiene que entrenarse en el gimnasio cada dos por tres (como si lo necesitara) y lo del momento "aprender a hacer llaves de Kung Fu usando la capa" que fue ya el acabose... en fin, como os decía, demasiadas cosas en el Debe de la temporada.
Sin duda, un año más, los mejores momentos de la temporada los hemos tenido en el megacrossover de las cuatro series de superhéroes de The CW y ya se me hace la boca agua al pensar en el de este año, que incluirá a una quinta serie, Black Lightning, y servirá para introducir una nueva sobre Batwoman. Casi nada.
Ahora que he escrito esto me he quedado pensando que, tal vez no sea buena señal para Supergirl que lo que más esperemos para la próxima temporada no sean cosas de su propia serie, sino su combinación con otras.
Como nos ponían en el cole cuando éramos pequeños: Necesita Mejorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario