Nos encontramos nada menos que ante la cuarta versión de esta historia llevada al cine por primera vez en 1937 y cuya película más popular quizás sea la del año 1976 protagonizada por Barbra Streisand y Kris Kristofferson. Aunque la del año 54 con Judy Garland y James Manson también es muy conocida y apreciada.
Evidentemente, con estos precedentes, el listón estaba bastante alto y había muchas expectativas depositadas en esta nueva visión de la historia, interpretada por Lady Gaga y Bradley Cooper, quien también dirige y co-escribe el guión. Y, como suele ser habitual cuando la expectativas son altas, es muy difícil que la película cumpla con lo esperado.
La verdad es que la cinta está disfrutando de un relativo éxito comercial y de crítica, sin embargo personalmente no me ha convencido del todo y creo que hay muchas cosas que no funcionan a pesar de las buenas interpretaciones de los protagonistas.
Para empezar, considero que cuenta con una duración excesiva, totalmente innecesaria e injustificada para la historia que está contando, una historia llena de tópicos y lugares comunes que pocas novedades aporta para que la trama resulte interesante. Las manidas críticas a la industria de la música y esa visión tan generalizada del músico devorado por las drogas y el alcohol son temas que se han repetido hasta la saciedad. Además, aunque en líneas generales cuenta con un buen trabajo de fotografía y montaje, Cooper hace un uso excesivo de la cámara al hombro que, en ocasiones, resulta molesto.
En cuanto al apartado musical, la cinta cuenta con algunos temas realmente buenos y pegadizos (raro sería que el tema Shallow no ganara este año el Oscar a la Mejor Canción Original. La nominación la doy por garantizada) pero son pocos ya que a medida que la protagonista se ve absorbida por el mercado y la transformación de su música en pos de su comercialización, la calidad de esta cae en picado, además de cambiar radicalmente de estilo, pasando del rock suave con tintes country a la música tecno prefabricada y sin personalidad. En esto es fácil sentirse identificados con Jack, el personaje de Cooper, que cae en el desencanto al ver como su pupila se vende a la industria y abandona poco a poco su identidad como autora.
Por último, en cuanto a las interpretaciones, aunque me han gustado mucho, he tenido la sensación permanente de estar viendo a Lady Gaga y no a Ally. Y no es que ella lo haga mal, todo lo contrario, de hecho no me extrañaría una nominación a Mejor Actriz para ella, pero no he conseguido despegarme de su faceta como estrella de la música. Aunque tal vez haya sido problema mío. No sé.
En fin, un film que no pasará a la historia y que, aunque es disfrutable y una buena actualización de la trama a los nuevos tiempos, no me ha parecido una película inolvidable.
Lo mejor: Las interpretaciones. Algunos de los temas musicales. La química entre los protagonistas.
Lo peor: Su larga duración. La cámara en mano. Su escasa originalidad. El detalle del local de drags es un guiño a los fans de Gaga, pero no acaba de encajar bien en la película. Los subtitulos en la versión española son un auténtico desastre. Ya no es que varíen un montón de lo que realmente están cantando, sino que además unas canciones están subtituladas, otras no, otras a medias...
Nota: 6/10
La frase: "La música son ocho notas dentro de una octava. Eso es todo."
Ficha en IMDB: https://www.imdb.com/title/tt1517451/
Por último, en cuanto a las interpretaciones, aunque me han gustado mucho, he tenido la sensación permanente de estar viendo a Lady Gaga y no a Ally. Y no es que ella lo haga mal, todo lo contrario, de hecho no me extrañaría una nominación a Mejor Actriz para ella, pero no he conseguido despegarme de su faceta como estrella de la música. Aunque tal vez haya sido problema mío. No sé.
En fin, un film que no pasará a la historia y que, aunque es disfrutable y una buena actualización de la trama a los nuevos tiempos, no me ha parecido una película inolvidable.
Lo mejor: Las interpretaciones. Algunos de los temas musicales. La química entre los protagonistas.
Lo peor: Su larga duración. La cámara en mano. Su escasa originalidad. El detalle del local de drags es un guiño a los fans de Gaga, pero no acaba de encajar bien en la película. Los subtitulos en la versión española son un auténtico desastre. Ya no es que varíen un montón de lo que realmente están cantando, sino que además unas canciones están subtituladas, otras no, otras a medias...
Nota: 6/10
La frase: "La música son ocho notas dentro de una octava. Eso es todo."
Ficha en IMDB: https://www.imdb.com/title/tt1517451/
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