Por definición, las películas de ciencia ficción exigen por parte del espectador cierta complicidad y predisposición a aceptar como posibles cosas que en otras circunstancias no aceptarían. Si además se trata de una película de ciencia ficción "con bichos" pues la cosa se convierte casi en un salto de fe.
Y luego está Predator, que exige por nuestra parte mucha benevolencia creyente o (es lo que deberíais hacer) que nos olvidemos de lo que sabíamos hasta ahora de la saga de los Depredadores y que abramos nuestras mentes a la fiesta que ha preparado Shane Black para revitalizar una franquicia que dificilmente volverá a ser la misma después de esto.
Hay dos formas de afrontar Predator: la primera es como una nueva entrega de una saga clásica, muy querída y con millones de seguidores. Si nos centramos en este enfoque, la película es un auténtico desastre. Tiene un comienzo prometedor pero a medida que avanza se aleja en estilo y forma del resto de películas de la saga y se convierte en una broma con muy poca gracia de la que apenas se pueden rescatar algunas ideas interesantes. Cuenta con demasiadas novedades sacadas de nose sabe dónde y pierde su tono serio.
La segunda opción es aceptar que esto no es una nueva entrega de la saga Depredador, sino que es algo más próximo a los crossovers con Alien; mucha acción, muchas visceras y sangre, mucho humor verborreico que la mayoría de las veces solo hace gracia por su absurdez y muchas situaciones tan estrambóticas y rocambolescas que no pueden menos que arrancarnos una carcajada y dejarnos llevar por este inclasificable festín que se ha sacado de la manga Shane Black y que, si no me equivoco demasiado, será el comienzo de una nueva franquicia con los Depredadores como protagonistas. Parece que Black, que por cierto tuvo un pequeño papel en la primera película e incluso colaboró aportando sus cosillas al guión, ha tenido carta blanca para dar a la franquicia un nuevo enfoque de cara al futuro.
En cuanto a los actores, poco puedo decir, todos cumplen sobradamente en unos papeles que tampoco suponen un esfuerzo actoral excesivo. Cabe destacar al pequeño Jacob Tremblay, que se está especializando en interpretar a niños con todo tipo de problemas. Y me gustaría decirle al director de casting que, con todos mis respetos para Olivia Munn, no puedes tener en tu reparto a Yvonne Strahovski y darle solo dos escenas y cuatro frases. Esta mujer tiene que tener un protagonista sí o sí.
Evidentemente, a nivel técnico la película cumple con lo esperado, con una buena dosis de efectos especiales, buen sonido y un montaje adecuado para que el ritmo no decaiga durante todo el metraje.
Lo mejor: Es muy entretenida y aporta una visión diferente de un universo ya conocido. A nivel audiovisual es muy espectacular.
Lo peor: Se aleja del resto de la saga y en su segunda mitad la cosa se va de madre mucho, pero mucho. El final. El humor simplón y chabacano hace gracia un rato, luego se hace pesado. Demasiados elementos que actúan por cuenta propia. El Deus Ex Machina aparece cada 15 minutos.
Nota: 6/10
La frase: "Lo peor de el fin de los tiempos es que nunca lo es"
Ficha en IMDB: https://www.imdb.com/title/tt3829266/
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