Desde el mismísimo instante final de Buscando a Nemo, muchos coincidimos en que lo mejor de la película era el personaje de Dory y que se merecía un largometraje para ella sola.
Desde aquello ya han pasado unos cuantos años y, por fin, la película con la olvidadiza Dory como protagonista ha llegado.
La verdad es que Buscando a Dory ha supuesto una pequeña decepción porque, aunque se trata de una película divertida y entretenida, nos hace darnos cuenta de que la gracia de Dory (aparte del genial doblaje de Anabel Alonso) estaba en una serie de gracias bien medidas y dosificadas. En cambio, cuando la mayor parte de la película se basa en recurrir a las mismas gracias una y otra vez, la cosa pierde fuelle y no divierte tanto como podríamos esperar. Que sí, que el hecho de que Dory se olvide de todo hace gracia un rato, pero hace falta más chicha. Esta chicha extra la añade el simpático pulpo Hank, una de las nuevas incorporaciones pero, aún así, no es suficiente.
En resumen, la película está bien para pasar el rato, es entretenida, divertida y emotiva en algunos momentos. Recupera a los personajes que ya conocemos y añade algunos nuevos, pero no está a la altura de la fantástica primera parte.
Nota: 5,5/10
Gracias por el comentario. Una lástima, porque la primera estaba muy bien
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