Esto derivará es tres subtramas bien diferenciadas entre las que el hombre sin miedo será el nexo de unión. Conoceremos a dos nuevos personajes icónicos de Marvel: Frank Castle "The Punisher" (o El Castigador, como le hemos conocido siempre en nuestro país) y Electra. Personajes ambiguos que juegan a la comba con los conceptos del bien y el mal y darán el contrapunto a la visión de la justicia del protagonista y, por extensión, del espectador. Si os creíais que Wilson Fisk/Kingpin le había dado estopa a nuestro héroe en la primera temporada, no os queda nada por ver. Ellos serán los auténticos protagonistas de dos de las subtramas que he mencionado antes.
La tercera subtrama gira en torno a los tres protagonistas principales Matt Murdock/Daredevil, su socio Foggy Nelson y la ayudante Karen Page, y las relaciones entre ellos, profundizando en los personajes y en la, ya habitual, disyuntiva de la soledad del héroe y las dificultades de llevar una doble vida, y sus consecuencias en todos los ámbitos del día a día, haciendo hincapié en las relaciones personales y laborales.
Personalmente, lo que más he disfrutado en esta temporada ha sido la trama de The Punisher, un personaje muy bien desarrollado y que se ganará la simpatía de muchos con su forma de ver (y ejecutar) la justicia. Su desarrollo e historia son tan absorbentes que logran incluso desplazar al propio Daredevil. El guión está muy trabajado a todos los niveles y los diálogos entre Daredevil y The Punisher son brutales. Me ha parecido muchísimo mejor que toda la trama de Electra, con la que no he llegado a empatizar en ningún momento y que me ha resultado demasiado "mística" y peor desarrollada. Y eso que la interpretación de Elodie Young es digna de mención.
Evidentemente, las tres tramas acabarán, de forma inevitable, entrelazadas al final de la temporada ofreciéndonos unos capítulos verdaderamente intensos.
La serie continúa con su gran trabajo de ambientación, con un montaje inteligente y una fotografía genial, a pesar de transcurrir la mayor parte de la serie en escenarios muy oscuros. Las peleas también hacen gala de muy buenas coreografías que, a pesar de la acción y la oscuridad reinante, nos permiten ver con claridad lo que está pasando. Todo un plus teniendo en cuenta cómo se ruedan hoy en día las escenas de acción, que solo dejan ver manchas borrosas saltando de un lado a otro de la pantalla. Y en producciones de mucho más presupuesto que una serie de televisión. Que tomen nota algunos directores.
Cómo único punto negro, diría que se han pasado un poco incluyendo algunas escenas bastante desagradables, al más puro estilo gore, sin necesidad alguna. Es cierto que recrudece la serie y los personajes, pero se lo podrían haber ahorrado.
Bueno, sí que existe otro punto negro: tener que esperar todo un año para volver a ver al diablo de la cocina del infierno en nuevas aventuras.
Gracias Netflix.
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