El problema es que, normalmente, esos actores y directores acaban por desprestigiar sus carreras (ya sean incipientes o contrastadas), y ni todos lo efectos del mundo son incapaces de ocultar guiones que convierten ideas originales e interesantes en historias mediocres, contadas una y mil veces, incapaces de ofrecer al espectador algo medianamente novedoso.
Esto sucede con el film que hoy me ocupa. Incluyendo, a modo de reclamo, en su reparto a Ashley Greene y Tom Felton, recién salidos de las exitosas sagas de Crepúsculo y Harry Potter respectivamente, en un fallido intento por demostrar que pueden dedicarse a diferentes menesteres interpretativos con solvencia. Mala idea. Y ya ni me molesto en mencionar al resto de actores.
El guión, que ya de entrada no es un derroche de imaginación, acaba por convertir la historia en algo sin sentido, completamente surrealista y previsible, ofreciendo un desarrollo mediocre y un final tan trillado que hasta incomoda. El desarrollo de los personajes es otro punto que daría para escribir una tesis, especialmente el del protagonista.
No perdáis el tiempo. En serio.
Lo mejor: Por decir algo, y sin querer caer en el machismo fácil, poder disfrutar de la presencia de Ashley Greene. Hay un par de secuencias salvables.
Lo peor: No sé ni por donde empezar... actores, historia, efectos. Hasta tiene el defecto de ser demasiado larga, algo raro en este tipo de películas.
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1433822/
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