Literatura en pocas palabras: “Eclipse” de Stephenie Meyer

Y vamos por el tercero.

Decir que no es tan bueno como “Luna nueva” pero mejor que “Crepúsculo”, quizá sea una buena forma de encuadrar “Eclipse”

Meyer vuelve a los orígenes de la Saga enfocándolo todo en torno a las relaciones románticas proponiendo, en este caso, algo tan típico como un triángulo amoroso. Tiene muy claro quiénes son sus principales lectores y ha creado la historia perfecta con la que cualquier chica adolescente soñaría: una chica que debe elegir entre dos jóvenes maravillosos, cachas, perfectos y todos los adjetivos positivos que queráis endosarles, que liberan testosterona a base de bien y se pasan tres cuartos de la novela dando muestras de virilidad, ética, nobleza y juego sucio para demostrar quién es más merecedor de su amor.

Por suerte para los que ya somos un poco más creciditos y buscamos algo más, la escritora no se queda ahí y aprovecha para profundizar más en las historias de algunos personajes, así cómo en la Historia tanto de vampiros como de hombres lobo. Esto resulta mucho más interesante y ayuda a comprender mejor el comportamiento de algunos de los personajes, aunque todavía quedan muchas incógnitas. ¿Se les dará solución en la última parte?

La escritora sigue con el mismo estilo de narración poco cuidada y la confusión al narrar ciertos pasajes, hace demasiado evidente que lo suyo es hablar de amoríos y sentimientos más que de batallas, estrategias y cacerías.

Tan recomendable como lo pueda ser cualquiera de sus predecesores.