Lo mejor que se puede decir de esta peli es que está escrita y dirigida por Kevin Smith, y eso es decir bastante.
Al igual que sucede con otros films de este peculiar director, el argumento es bastante sencillo: dos amigos que comparten piso, que están sin blanca y que para remontar el vuelo deciden meterse a rodar y protagonizar una película porno. Además, cómo no, sienten algo el uno por el otro pero no lo admiten ni nunca lo han hablado.
Sin embargo, como es habitual en las películas de Smith, lo más importante son los diálogos y las situaciones, que plantean desde los temas más básicos y elementales hasta otros completamente surrealistas e hilarantes, dando lugar a momentos divertidísimos.
Sin embargo, la película se le ha quedado un poco descompensada en esta ocasión pues, si bien tiene momentos realmente brillantes, también tiene otros donde el nivel baja demasiado y pierde la gracia.
Lo mejor: La mayoría de los diálogos. Elizabeth Banks, cuanto más la veo, más me gusta.
Lo peor: Su desequilibrio y su final previsible.
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